Hola !

Hola !

martes, 9 de junio de 2015

"Ya no será, ya no. 
No viviré contigo; no criaré a tu hijo; no coseré tu ropa; no te tendré de noche; no te besaré al irme;nunca sabrás quién fui, por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo nunca, ni si era de verdad lo que dijiste que era; ni quién fuiste, ni qué fui para ti; ni cómo hubiera sido vivir juntos, querernos, esperarnos, estar
Ya no soy más que yo para siempre y vos ya no serás para mí más que vos. 
Ya no estás. En un día futuro no sabré dónde vives, con quién, ni si te acuerdas. 
No me abrazarás nunca como esa noche. No volveré a tocarte. No te veré morir."

domingo, 31 de mayo de 2015

"Que desaparezcan las máscaras; se tu mismo y te sentirás ligero, lo disfrutaras. Al principio quizás te quedes asombrado, pero como seguirá ocurriéndote una y otra vez, desaparecerá el asombro y la sensación agradable sera mas profunda.
Llega un momento en el que una persona es completamente verdadera, y entonces su vida se llena de dicha.
Te han obligado a ponerte máscaras porque se espera que actúes de una forma determinada, que hables de una forma determinada, que vistas de una forma determinada. No tienes la mínima libertad. La sociedad te encarcela, por todas partes. Esa es tu esclavitud y ese es tu sufrimiento, tu dolor y tu infierno.
Sal de tanta falsedad y se simple, tan simple como los pájaros que cantan, como los arboles que disfrutan del sol, como los niños pequeños."

sábado, 30 de mayo de 2015

Osho decía...

"Nuestra educación es tan neurótica, tan psicológicamente enferma que destruye toda posibilidad de crecimiento interior. Te enseñan desde el principio a ser perfeccionista, y naturalmente aplicas tus ideas perfeccionistas a todo, incluso al amor. El otro día leí la siguiente frase: 'un perfeccionista es quien se toma grandes molestias y quien causa aun mayores molestias a los demás. Y el resultado es un mundo deprimente.'
Todos intentan ser perfectos, y en el momento en el que alguien intenta ser perfecto, empieza a esperar que los demás sean perfectos, y los censura, los humilla. Eso es lo que llevan haciendo los supuestos santos en el transcurso de los siglos. Eso es lo que han hecho las religiones con ustedes: envenenar su ser con la idea de la perfección."

viernes, 24 de abril de 2015

"Nadie se ha enamorado de mí porque no soy el tipo de mujer de la que te enamoras.
Soy complicada. No podes simplemente tomarme así como así. Puede que decidas marcharte de mi lado porque encontraste a una chica que te satisface en vez de una mujer que te haga pensar.
No soy esa mujer a la que tienes que proteger, porque no soy tan frágil como para romperme. Estoy endurecida.
Sí, probablemente sea esa mujer que respetas, o esa mujer a la que admiras. O la mujer que te gustaría encontrar en casa cuando llegues del trabajo. La mujer que buscas cuando necesitas fuerza y apoyo, pero no soy la mujer de la que te enamoras. No soy la chica con la que quieres pasar horas simplemente mirándola, esa chica que es tan delicada que te dan ganas de pelear contra el mundo por ella. No. Soy fuerte, tozuda y peleonaNo voy caminar detrás de ti, voy a caminar contigo.
No soy la mujer de la que te enamoras, soy esa mujer a la que aprendes a amar."

miércoles, 22 de abril de 2015

"¿Acaso hay algo peor que el miedo al amor? ¿existe algo peor que el miedo a la desilusión? ¿se es egoísta con uno mismo o se es egoísta con el otro
No es que tenga miedo a hacer sufrir al otro, en realidad, tengo miedo de que me hagan sufrir a mi. Demasiado orgulloso, demasiado egoísta y a la vez demasiado débil ¿o no? 
Es estar con una persona y mentalizarse en "no me voy enamorar", pero es que a veces se siente tan feo no tener un compañero de vida y aveces es lo mejor del mundo."


martes, 21 de abril de 2015

Su voz hacia sombra en la incertidumbre de un desierto sin fin.
Su mirada serena rompía en la orilla tranquilizando mis sentidos.
Hermosas enredaderas largas en su espalda enraizaban; dulce a la vista, incandescente a contraluz.
Toda ella era la cumbre alta que muchos deseaban conquistar aunque poco menos de la mitad se atrevía a escalar.
El ascenso era difícil. Un clima tenaz, insurgente e indomable prevalecía todo el trayecto, lo cual le producía terror hasta al más confiado y experimentado de los alpinistas.
Ella: un océano de secretos; un cofre de sentimientos; una caja prohibida en el estante más alto del closet tentando a la curiosidad.
Ella era la suma de todo lo que cualquiera deseaba y más. Solo debías tener algo, ese algo te haría llegar a la cima sin tropiezos; te proporcionaría un mapa para navegar sus mares y encontrar la llave para abrir el cofre. Y esa caja… Esa caja en el estante más alto seria tuya para develar que enigmáticos objetos contenía en su interior.
Por desgracia, al igual que todos, era desconocedor de lo que era ese Algo. Aun así, mientras me abrigaba bien y me ponía mis botas, me propuse descubrirlo en el trayecto. ¡Ah por la cima!”

La insoportable levedad del ser

Ya en el Génesis, Dios le confió al hombre el dominio sobre animales, pero esto podemos entenderlo en el 
sentido de que sólo le cedió ese dominio. El hombre no era el propietario, sino un administrador del planeta que, algún día, debería rendir cuentas de esa administración.

Descartes dio un paso decisivo: hizo del hombre el “señor y propietario de la naturaleza”. Pero existe sin duda cierta profunda coincidencia en que haya sido precisamente él quien negó definitivamente que los animales 
tuvieran alma: el hombre es el propietario y el señor mientras que el animal, dice Descartes, es sólo un autómata, una máquina viviente, “machina animata”. Si el animal se queja, no se trata de un quejido, es el chirrido de un mecanismo que funciona mal. Cuando chirría la rueda de un carro, no significa que el eje sufra, sino que no está engrasado. Del mismo modo hemos de entender el llanto de un animal y no entristecernos cuando en un laboratorio experimentan con un perro y lo trocean vivo.

Teresa acaricia constantemente la cabeza de Karenin, que descansa tranquilamente sobre sus rodillas. Para sus adentros dice aproximadamente esto: No tiene ningún mérito portarse bien con otra persona. Teresa tiene que ser amable con los demás aldeanos porque de otro modo no podría vivir en la aldea. Y hasta con Tomás tiene que comportarse amorosamente, porque a Tomás lo necesita. Nunca seremos capaces de establecer con seguridad en qué medida nuestras relaciones con los demás son producto de nuestros sentimientos, de nuestro amor, de nuestro desamor, bondad o maldad. y hasta qué punto son el resultado de la relación de fuerzas existente entre ellos y nosotros.

La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta limpieza y libertad en relación con quien no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales. Y aquí fue donde se produjo la debacle fundamental del hombre, tan fundamental que de ella se derivan todas las demás.

Sigo teniendo ante mis ojos a Teresa, sentada en un tocón, acariciando la cabeza de Karenin y pensando en la debacle de la humanidad. En ese momento recuerdo otra imagen: Nietzsche sale de su hotel en Turín. Ve frente a él un caballo y al cochero que lo castiga con el látigo. Nietzsche va hacia el caballo y, ante los ojos del cochero, se abraza a su cuello y llora. Esto sucedió en 1889, cuando Nietzsche se había alejado ya de la gente. Dicho de otro modo: fue precisamente entonces cuando apareció su enfermedad mental. Pero precisamente por eso me parece que su gesto tiene un sentido más amplio. Nietzsche fue a pedirle disculpas al caballo por Descartes. Su locura (es decir, su ruptura con la humanidad) empieza en el momento en que llora por el caballo.

Y ése es el Nietzsche al que yo quiero, igual que quiero a Teresa, sobre cuyas rodillas descansa la cabeza de un perro mortalmente enfermo. Los veo a los dos juntos: ambos se apartan de la carretera por la que la humanidad, “ama y propietaria de la naturaleza”, marcha hacia adelante.