Hola !

Hola !

martes, 21 de abril de 2015

Su voz hacia sombra en la incertidumbre de un desierto sin fin.
Su mirada serena rompía en la orilla tranquilizando mis sentidos.
Hermosas enredaderas largas en su espalda enraizaban; dulce a la vista, incandescente a contraluz.
Toda ella era la cumbre alta que muchos deseaban conquistar aunque poco menos de la mitad se atrevía a escalar.
El ascenso era difícil. Un clima tenaz, insurgente e indomable prevalecía todo el trayecto, lo cual le producía terror hasta al más confiado y experimentado de los alpinistas.
Ella: un océano de secretos; un cofre de sentimientos; una caja prohibida en el estante más alto del closet tentando a la curiosidad.
Ella era la suma de todo lo que cualquiera deseaba y más. Solo debías tener algo, ese algo te haría llegar a la cima sin tropiezos; te proporcionaría un mapa para navegar sus mares y encontrar la llave para abrir el cofre. Y esa caja… Esa caja en el estante más alto seria tuya para develar que enigmáticos objetos contenía en su interior.
Por desgracia, al igual que todos, era desconocedor de lo que era ese Algo. Aun así, mientras me abrigaba bien y me ponía mis botas, me propuse descubrirlo en el trayecto. ¡Ah por la cima!”

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